1. |
Mírame
05:13
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Mírame
(Letra y música: Flavio viera)
Mírame haciendo al paso
las palabras renombradas,
mi amor crudo, toma bien:
la semilla que hizo el árbol,
la caricia fundadora,
la pedrada sin pecado,
lo debajo de las cosas…
Mírame, traeré de nuevo
algo de primeros besos que me dieron en la cuna;
algo de madres moribundas que dan gritos de parto.
Mírame y besa el segundo
de las horas de los días
que soy yo.
Mírame, que hasta mis defectos van
con metáforas vulgares que te acosan y que hablan tanto.
Mírame, que en los que cantamos,
las palabras más comunes
son las que dicen mejor te amo.
Mírame y hazte un dibujo,
pero pinta con colores que devuelvan lo profundo.
Píntame con los colores más primarios de tu mundo,
que no hay más revelaciones
que las que nacen de uno.
Mírame y ten presente:
las palabras son espejos de mi corazón y mente;
por ellas me juego en todo,
muero y vivo en lo que toco.
Mírame que van segundos de las horas de los días,
mi canción.
Mírame en lo que de elogio va
a las palabras pequeñas,
las que llevan universo en ellas.
Mírame, que en los que cantamos,
las palabras más comunes
son las que dicen mejor te amo.
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2. |
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Mi casa brota por sus ventanas
Letra y música: Flavio Viera
Mi casa brota por sus ventanas
y aquí el que pasa nunca desgana de saber
cuánto se dice y qué es lo que
se mueve de un costado al otro para hacer:
todo el barrio ve lo que sale o entra
en mi casa.
Cada palabra se habla en voz alta.
Cada susurro suena a disturbio y hay que ver
si hay gritos cuando hay que comer…
En mi casa el vecino pasa y suele ver
mi cabeza que asomando va en sus ventanas.
Todas las casas comentan de mi casa
para entender lo que suelen ver.
Ruidos que suenan, absortas las miradas.
Tanto ha de ser,
que pena propia en casa ajena doble pena es.
Bien de mañana todo en mi casa
bebe su copa diaria de brote irracional
que la atención suele captar,
al transcurso del día va hacia lo normal
y, con suerte ya,
por las noches todo se calma.
Mi casa brota por sus ventanas
y en su vereda gente se suele acumular
con juicio de calificar
la ventana más grande, obscena, a contemplar
las siluetas que moviéndose están por mi casa.
Todas las casas comentan de mi casa
para entender lo que suelen ver.
Ruidos que suenan, absortas las miradas.
Tanto ha de ser,
que pena propia en casa ajena doble pena es.
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3. |
Estructura
02:58
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Estructura
Letra y música: Flavio Viera
El saber que voló de su casa hacían un justo recreo
me dejó la conciencia inflamada
de un anzuelo hacia el pez en el agua,
timidez, mal actor en escena
y algo de calor.
Rezongué que su tiempo era un verbo como una avalancha
de mujer libertaria embargada,
soberana y grosera.
Infartaba poesía barata
volcada en mi acorde expresión.
Recogí ese valor que delatan los niños en juego:
de subirme a la copa del árbol,
inocente, travieso, encantado.
Entre ramas ajando mis manos por verla llegar.
Para ser mi escuela o un repunte de ocasiones,
la presencia remota matando soledad.
Cual amante furtiva al reflejo de amores;
que la historia, la iglesia, los curas,
la familia y toda la estructura quiere atar.
El destino complace alentando a los que lo rechazan.
Y de pronto, me vi en una jaula
de sus piernas y de su mirada,
con mujer rebalsando en la cama y aguda expresión.
La besé como brisa de paso sobre sus rodillas.
Yo inexperto, ella tan llena de vida
que me hablaba en la justa medida,
me agarraba la mano y llevaba
a donde hay que tocar.
La despedida fue, para entendidos, mi rara belleza:
de un deseo golpeando la puerta,
de esperanza abordando en su oreja,
de cabezas que miran, que piensan,
que dudan qué hablar…
Si ella fue mi escuela o un repunte de ocasiones,
la presencia remota matando soledad.
Quién acecha a la oportunidad de rincones;
si la historia no se hace de nulos,
cada amante guarda el disimulo para andar.-
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4. |
Verónica
05:21
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Verónica
Letra y música: Flavio Viera
Tus gestos de ocasión vagando sobre tus ojos van.
Llevás como animales que brotan de tu respirar, que de pronto me invaden y de los rincones pretenden matar para amar, o gritar.
Desvelas tu condición, me nombras con tu femineidad. Hay huecos de lo absurdo y hay flores de la voluntad en calles de lo justo que llevan a entrañas de tu libertad de mujer, para ser.
Verónica, crecí; ya toco el techo.
Los años trocan canas y arrugas por medallas, y hacen de las pisadas derechos andar.
Veronica, ¿será quedarnos truncos?
Mi mujer de las cartas, si el tiempo nos resguarda delimitar tu falda de mi pantalón
¿Quién sabe más del dolor que aquellos que lo suelen llevar?
Cuidar bien la esperanza, cuidar el tiempo y tu lugar. Que son tantas palabras que una de tus cartas puede hacer llorar las andanzas, la distancia…
Verónica, crecí; ya toco el techo.
Los años trocan canas y arrugas por medallas, y hacen de las pisadas derechos andar.
Veronica, ¿será quedarnos truncos?
Mi mujer de las cartas, si el tiempo nos resguarda delimitar tu falda de mi pantalón.
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5. |
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Balada de palomas muertas y heladera
Letra y música: Flavio Viera
Sé que es lo que más me cuesta:
esquivar las palomas muertas cuando he de cruzar
por tu vereda al caminar
del miedo a la frivolidad;
palomas mensajeras chamuscadas muertas hay.
Ir del blanco al negro insiste
en esquivar tus grises para no poderte odiar.
Y así, poderte interpretar
en cada hondazo que le das
a mis buenas palomas mensajeras al volar.
Quiero decir que las palabras quemen
para quemarme entero aunque haya que llorar
el ritmo de reniegos de una heladera en venta,
que el motor recalienta pero enfría igual.
En la pared
las manchas de humedad con cara de asombro nos ven;
eso que, en caballeros, mis palabras prudencié.
No más palomas a matar.
A tu vereda a decorar no le daré mi intento
o de florero mi cantar.
Eso que yo,
con la visión de errado soñador,
esquivando la esponja de tu hermana fui a tu voz.
Pero soy viento de valor,
por donde paso ya no estoy.
Dejando un desencuentro hacia otro encuentro ira mi voz
para decir: que las palabras quemen
para quemarme entero y luego terminar.
Velorio en tu vereda dejó mi imagen puesta
camino a la heladera para desenchufar hoy.
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6. |
Ella brota sola
03:20
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Ella brota sola
Letra y música: Flavio Viera
Ella que brota tan sola, donde la siembran no ha de brotar. Es suyo el día y la hora del fruto que quiera dar al celo viejo de un tiempo de un sexo fuerte para mandar. Ella es la dueña del hecho y de su tallo al brotar.
Casa vieja será la tierra donde no fue a brotar. Y aquí los ojos abiertos de asombro le irán velando el nuevo concepto de su caminar:
Mujer que nace y desnuda se va a brotar sola en cualquier lugar.
Tanto suelo será de buen testigo a su voluntad. Raíz, hoja, flor y tallo se respetaran dejando el nuevo concepto de su gran brotar:
Mujer que nace y desnuda se va a brotar sola en cualquier lugar.
A cualquier lugar…
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7. |
De tan cerca
04:10
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De tan cerca
Letra y música: Flavio viera
Me has mirado de tan cerca que ya no soy yo.
Tropezando ante tu lupa tuerta y fija, doy la asumida mal postura del que soy.
Traigo la figura desvirtuada en cuanto voy caminando a tu costado, lento caracol, torpe la intención, desesperado amor.
Traigo el beso imperfecto para amar, beso simple y dispuesto que alcanzar, beso que desde lejos va a llegar, beso torpe, animal; pero beso que al fin llega.
Cada cual en su burbuja irá a la intersección. En la espera, otra burbuja para la ocasión. Y ambas son la susceptible espuma de hoy.
Cual verdugo se hizo el tiempo que fue y nos juntó. Ahí mató lo idealizado; tanto te acercó, tanto evidenció tu tuerta lupa, amor.
Traigo el beso imperfecto para amar, beso simple y dispuesto que alcanzar, beso que desde lejos va a llegar, beso torpe, animal, pero beso que al fin llega…
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8. |
La marioneta
03:45
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La marioneta
Letra y música: Flavio Viera
Ver desde mi madre, padre, hermano a lo que no se ve, desde el error que a mano en mano viaja sin torcer, hasta la ruta de colores que en el azar pintó al dibujo que hace a un hombre ser.
Qué complejo ver si el inconsciente asimiló al minuto de nacer, para mordernos en la frente el nombre por tener. Cuando un bebe lloró en la cuna y a aquella niña se le dio muñecas por mecer y cuidar…
Cada hombre termina por ser lo que nunca él optó sino lo que le han dado; en la jaula de su condición, tradición y el color de su piel lo marcaron.
Tarareando la vida se hará con la inercia que habrá de ofrecer el sistema. Pero habrá brotes de voluntad que lo incite a cambiar su heredada condena.
(de un eco fiel; sumiso, fiel. Fiel…)
Madre, padre, díganme:
¿Quién les lavó las manos para darme de comer? ¿Quién va a arrancarme los preceptos, hilos que mueven la marioneta obnubilada, la esponja tosca que todo lo toca y hace de él?
Miren, pero miren bien:
Soy el milenio amortizado a gritos que daré, soy la cultura del terror anclada de tus pies
y quien les tira las orejas a aquellas niñas que dejan muñecas de mecer….
De la vida de algún animal brotará la sonrisa de roja cabeza, de la chispa en penumbra que va, del camino espiral, del que busca y se entrega.
De la parra el racimo saldrá; del racimo la uva y mi boca la espera; de la mano que la traerá canta el eco de alguna canción de protesta.
Hay días en que odio ser yo y amo ser lo que anhelo y pretendo de mí. No se asusten si en mi condición hay maldad, llevo error y hoy reniegan de mí. Que yo reniego de mí también.
Yo reniego de mí.
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9. |
En tránsito
04:26
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En Tránsito
letra y música: Flavio Viera
En lo que tanto busqué vago en la falta de monedas para ser. Con barriletes enganchados en los cables que retratan los compases de mi vuelo; entre hojas secas que levanta el remolino, que van, vienen de su sitio, con el viento.
Y aunque da gusto crecer entre canciones o un gran libro, siento que la eterna víspera de un sueño me ha tocado. Clamo al viento un arrebato para un barco que, con los años, hay quien se pasó remando contra olas de cadencia y desengaño.
Cada segundo se ve y ha demostrado cuanto se hincha al aprender, no sólo el gran saber de lo bueno y lo malo, sino lo que es oportuno con los años.
De ver la lucha del mono hasta el tigre, en sí, yo no sé bien si en lo que escribo soy quien digo. Pero sigo…
Sigo entre la gente que ves, entre bandera roja al viento, hombre y mujer.
Y verás mis versos en papel de servilleta que, tan frágil, te reflejan lo que inquieta. No sólo el ver quién fue y sangró sobre tu tierra, sino quién pondrá guerrillas en cabezas, en cabezas.
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